Oyá, Orisha guerrera y justa,
Ahuyenta el viento de la muerte,
Custodia mi alma,
y líbrame del infortunio.
Escúchame madre Oyá:
No permitas que sobre mi
recaiga el dolor,
Ni la enfermedad,
ni el odio o el rencor.
A ti Oyá, Reina y señora mía,
Elevo mis ruegos.
Protégeme del mal,
Y desvía las penas de mi camino.
Cuídanos y protégenos .
Gracias,
Oyá Madre!.