Dios te salve, María,
Llena de gracia,
Llena de hermosura,
Y bendita más que todas las mujeres,
Inmaculada madre de dios
Y reina de los cielos,
Acudimos ante ti,
Alabando tu pureza virginal,
Para pedirte que nos envíes tus rayos de amor
E ilumines nuestras dificultosas vidas,
Para suplicarte nos enseñes
A ser valientes y dignos
Seguidores de tu queridísimo hijo,
Para requerir el tesoro
Inagotable de tus gracias
Y entregarte nuestro corazón.
¡Virgen Santísima,
Que agradaste al señor y fuiste su madre;
Inmaculada en el cuerpo,
En el alma, en la fe y en el amor!
Madre inmaculada,