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Dulce y gloriosa reina Santa Isabel de Portugal,
Llena de virtudes, de bondad y amor celestial,
Ejemplo de espíritu conciliador,
Mensajera de paz en los hogares desunidos
Y consoladora de los corazones afligidos,
Tú que das remedio en las dificultades de pareja
Y auxilias a quien pasa por problemas amorosos,
Tú que con generosidad nunca te niegas
A transformar los dolores en alegrías,
Te ruego, deja que me refugie en ti
Ahora que siento que mis fuerzas desfallecen.
Santa Isabel elegida desde tu nacimiento por Dios
Para dar paz y alegría a los hombres,
Que amaste tiernamente a todos los afligidos
Y consolaste los corazones de los que sufrían penas,
Vuelve tu benigna mirada sobre mí
Y dame solución en el problema por el que ahora paso
Y que me causa tanta tristeza y angustia.
Santa Isabel, alivio de todas las penas de amor,
Que recibiste el poder de apaciguar las almas
Y con dulzura admirable cambias la inquietud por paz,
Hoy me acerco a ti para implorar tu auxilio,
Yo (decir tu nombre),
