¡O madre de las aguas!
Grande es tu poder tu fuerza y tu luz
Grande es tu amor por tus hijos
Como lo es la sabiduría con que gobiernas
Desde todos los océanos y mares.
Has que llegue a ti mi pedido
Y hazme los favores
De alejar de mí rumbo a mis enemigos
Y ahogar en mí, a mis temores.
Que no llegue a mi hogar la tristeza
Ni rencores o pesares
Que sea tu grandeza la mayor
Riqueza que me dispensares.
Salve Yemayá,
Doña Yanaína