Bendito San Charbel,
Santo de todos y para todos;
Mártir de la vida religiosa
Que colmas a los hombres con tus bendiciones,
Alma elegida que sentiste la llamada del señor
Y llevaste una vida ejemplar de monje y ermitaño,
Entregado a la oración,
Al ayuno y a la penitencia.
Adorador de Jesucristo en la sagrada eucaristía
Y por siempre devoto de maría santísima,
Tú que alimentaste tu corazón
Y el de los demás
Con las santas palabras
Y fuiste ejemplo de humildad, fe y paciencia,
De piedad y sacrificio,
Tanto para tus compañeros como para los hombres,
Ayúdame a ser digno de las gracias de dios,
Y merecer, así, tu asistencia y protección.
Glorioso San Charbel,