Hermano Simón, Hermano Simón, Hermano Simón.
Tú que eres la fuente
Inagotable de maravillosas bondades
Y conoces los sufrimientos de la humanidad,
A ti acudo con toda mi fe
Y esperanza en demanda de tu santa protección.
Yo reconozco todas mis faltas
Y pecados cometidos en el curso de mi vida,
Y como responsable de tanto mal,
Tal vez no merezco tus santos favores,
Pero como sé que eres el protector de los humanos
Por eso vengo a pedirte el perdón de mis culpas
Y a la vez imploro de ti una mirada de misericordia
Para esta humilde figura,
Rogándote con toda mi alma
Que no desoigas mis suplicas,
Pues al invocar tú santo nombre depósito,
En tus manos todos mis sufrimientos,
Con la esperanza de lograr con tu poder maravilloso
La solución a mis problemas
Tanto materiales como espirituales.
Yo Siempre seré tu fiel devoto
Porque creo firmemente en tu gran poder,
El cual se ha manifestado siempre
A través de tus santos milagros
Desde aquel glorioso 28 de Octubre,
Día de San Judas Tadeo,