¡Oh Dios!
Aparta de mi lado
esos seres malvados y miserables
que acechan.
Acudo a ti, Santa Bárbara
para que los confundas,
apártalos de mí
y a ti clamo con fe y te entrego mi vida.
Tú, la sublime protectora
y generosa cristiana que abres tu pecho
para los buenos seres,
en él entro y de él saldré
con la sangre de tu corazón,