Virgen Sevillana, la de las saetas y las romerías;
Virgen la más guapa,
La llevada en andas bajo el sol ardiente
De la vieja España que te reverencia,
Macarena mía.
Vuestro ruego todo lo alcanza,
María de gracia llena;
Sed siempre nuestra esperanza,
Virgen de la Macarena.
Oh excelsa madre de Dios,
Y esperanza de los mortales,
Sabedor de que habéis recibido
La misión divina de guardar, guiar, alegrar
Y consolar a las almas,
A vos acudo con inquebrantable fe
E ilimitada confianza.
Vuestro título de madre de la esperanza
Me alienta sobremanera;
Vuestro nombre ya es prenda de buena acogida;
Vuestra misión es seguridad de otorgamiento.
Seguro de que vuestros amorosos brazos
Se abren en todo momento con solicitud maternal,
En ellos me arrojo buscando refugio.
Madre de la Esperanza Macarena,