Virgen de Candelaria,
madre de Dios y madre nuestra,
Patrona de Canarias.
Con toda la devoción y
confianza, que un hijo pone en su madre,
quiero ofrecerte,
hoy, mi persona,
mis cosas y mi vida entera.
Acéptalas, madre mía.
Te pido protección para aquellos hijos tuyos,
que por circunstancias de la vida,
se encuentran fuera de sus
hogares, y desde lejos te
invocan con sincero corazón.
consuelo de los afligidos y
Reina de los hogares cristianos:
derrama tu gracia sobre nosotros
y sobre nuestras familias:
y haz, que sin olvidarnos de Ti,
tengamos siempre, salud y paz.
Amen.
Rezar la Salve y el Credo.
Rezar la Salve y el Credo.
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