Señor Dios, Jesús:
te adoramos por los que no te adoran,
esperamos por los que no esperan, pedimos perdón por los que no piden perdón.
BENDICIÓN DE LOS CIRIOS Y VELAS:
Te recibimos Señor Jesús pidiéndote que bendigas estos cirios.
Señor Dios tu Palabra santifica todas las cosas. Por esta Palabra tuya y por el amor a tu Hijo tan amado, te pedimos que bendigas estas luces para que sean signo de tu presencia en esta alabanza de liberación, y cada vez que las encendamos en nuestras casas recibamos de ti tu protección,
ayuda y amparo.
ORACIÓN DE SANACIÓN Y LIBERACIÓN
Ven Espíritu Santo ¡ven a iluminar nuestros corazones!, danos un rayo de luz para iluminar todo nuestro interior. Bendito sea el Señor ¡Santo eres Señor! ¡Gloria, gloria a tu Nombre!
Nos santiguamos, En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Invoco a todos los Ángeles y a los Santos. Me dirijo a ti bendita Virgen María Madre Santísima, Reina de toda la Creación: te pido tu bendición, tu protección y tu intercesión. Invoco la protección y ayuda de San Miguel Arcángel, líder de los ejércitos celestiales; de todos los Arcángeles y Ángeles. Me uno a la alabanza, adoración y gloria dada a nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Invoco en el Nombre de Jesús la bendición, protección y ayuda de todos los Patriarcas; los discípulos de Jesús, los Confesores, las vírgenes y los mártires; los Apóstoles,
y de todos los Santos que han existido y que existen.
En el Nombre de Jesús entro en comunión con la Santa Iglesia de Cristo aquí presente, y la Santa Iglesia de Cristo Universal. Ratifico mi fe en el Santo Nombre de Jesús y en su Preciosa Sangre. En el Nombre de Jesús renuncio al pecado, renuncio a Satanás y sus trabajos de maldad; me entrego totalmente a Jesucristo para la gloria de Dios.
Dios Padre Creador de los Cielos y de la Tierra,
De todo lo visible y lo invisible ¡Padre amadísimo!, en unión con la Virgen María, los Ángeles y los Santos, te hablo humildemente en el Nombre de Jesús. Te exalto y te magnifico por tu Grandeza inigualable, te alabo por todas tus perfecciones y atributos; te adoro y te doy gracias por el regalo de mi vida y por permitirme estar en tu Santa Presencia.
¡Padre amado! tú conoces mi intención, sabes que somos oprimidos por aquellos espíritus rebeldes que nos incitan al pecado y que nos hacen estar lejos de ti. Señor yo he pecado por mi propio deseo y te confieso mi culpa, por favor borra las huellas de mi pecado,
y acepta mi Oración en el Nombre glorioso de Jesús.