Bendito por siempre
Bendito eres, Señor y Padre nuestro,
porque en estos días de Navidad
renuevas nuestra fe y
acrecientas nuestra esperanza
por la amorosa encarnación de tu Hijo Jesucristo.
Te pedimos, humildemente,
que derrames tu santa bendición
sobre este árbol que,
en la presente Navidad,
permanecerá ante nosotros,
de modo que,
quienes lo contemplemos,
afirmemos nuestra confianza en la vida
y en el poder salvador del santo árbol de la cruz.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.